
El turismo masivo también ha llegado a la Antártida. Un destino que hasta hace poco estaba reservado para científicos y exploradores, se ha convertido ahora en una atracción para miles de visitantes que desembarcan de lujosos cruceros.
La cifra de turistas ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, pasando de menos de 20.000 anuales hace 20 años a más de 125.000 en la última temporada, según la Asociación Internacional de Operadores Turísticos en la Antártida (IAATO).
«Esto se debe principalmente a una mayor ocupación de las embarcaciones dedicadas exclusivamente a cruceros que viajaron a la Antártida y que representaron el 35 % de los visitantes», indicó en un comunicado.
Las cifras han encendido las alarmas de la comunidad científica y de organizaciones medioambientales, que advierten sobre los riesgos para el ecosistema del último continente virgen del planeta.
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«EL EFECTO TIKTOK»
La geógrafa Anne Hardy, de la Universidad de Tasmania, en Australia, identificó un fenómeno que agrava la situación: el «efecto TikTok». Cientos de miles de usuarios de redes sociales publican videos de baños en aguas termales, fiestas en cruceros y desafiantes travesías en la Antártida, lo que contribuye al aumento del turismo en esta zona.
En una entrevista con ABC News Australia, Hardy señaló que ha habido una «explosión absoluta», tanto en el número de turistas como en la variedad de actividades disponibles en la Antártida.
Hardy y su equipo de trabajo analizaron los ‘hashtags’ más populares relacionados con el turismo en la Antártida en TikTok durante 2022-2023 y encontró que acumulaban más de 200 millones de visualizaciones.
«TikTok es una plataforma conocida por la diversión y la frivolidad, pero también es una gran influencia en las generaciones más jóvenes, que son el futuro del turismo», advirtió la experta.