Su muerte conmocionó al mundo entero y significó uno de los acontecimientos más recordados de la cultura popular en el siglo XX: hubo un sinfín de dudas, teorías de la conspiración y cuestionamientos sin precedentes a la familia real británica. Veinticinco años después del trágico accidente que acabó con la vida de la princesa Diana de Gales la pregunta parece no haber sido respondida y es siempre la misma entre sus admiradores. ¿Cómo murió Lady Di?
En los años siguientes varias investigaciones determinaron lo que pudo haber ocasionado el accidente de tráfico ocurrido la madrugada del 31 de agosto de 1997 en las calles de París, en el que la princesa perdió la vida horas después a causa de las graves heridas internas que sufrió.
En el aniversario 25 de su inesperada muerte, hacemos un repaso a las conclusiones a las que llegaron los informes tanto de la policía británica como de la francesa, te contamos lo que se sabe hasta el momento y la locura que desató su fallecimiento en el Reino Unido y el resto del mundo.
Según los reportes de prensa de ese día, las últimas horas de Lady Di fueron una angustiosa huida: el Mercedes en el que viajaba junto a su novio, el productor de cine egipcio Dodi al Fayed, su chofer y un guardaespaldas, se estrelló poco después de la medianoche en un túnel a lo largo del río Sena tras ser perseguido por fotógrafos en motocicleta que intentaban tomar alguna instantánea de la princesa.
El auto de Diana viajaba a una velocidad de 128 a 136 km/h cuando chocó contra un pilar de concreto en el estrecho túnel del puente Pont de l’Alma, a menos de un kilómetro al norte de la Torre Eiffel. El Mercedes quedó aplastado como un acordeón, dijo la policía.
Tanto Fayed como el chofer murieron al instante y el guardaespaldas de la princesa resultó gravemente herido. Diana, que tenía 36 años, murió en el hospital de una hemorragia interna derivada de lesiones graves en el pecho, los pulmones y la cabeza, según los médicos.
«Una cirugía urgente mostró una herida grave en la vena pulmonar izquierda. A pesar del cierre de esta herida y el masaje cardíaco externo e interno de dos horas, no se pudo establecer circulación respiratoria oficial y ella murió a las 4 a.m. hora de París», dijo el Dr. Bruno Riou, anestesiólogo del Hospital de la Petie Salpetriere de París.
Siete fotógrafos seis franceses y uno macedonio fueron detenidos el día del accidente y estuvieron bajo custodia mientras las autoridades francesas llevaban a cabo la investigación. La policía incautó dos motocicletas y una motoneta que se cree que se usaron en la persecución.
La muerte de Diana de Gales desató una oleada de teorías de la conspiración que llegaron a señalar directamente a la familia real británica, un hecho sin precedentes. Cuestionamientos planteados principalmente por los abogados de Mohammed al Fayed, el multimillonario padre de Dodi, que decía que la muerte de Lady Di y su hijo fue parte de una conspiración de los servicios secretos británicos.
Según al Fayed, la princesa de Gales estaba embarazada de Dodi y pronto se comprometerían. La familia real británica sostenía el dueño de los almacenes Harrod’s había estado detrás del accidente para «asesinarlos» y así encubrir «la vergüenza real» de su relación.
Sin embargo, las exhaustivas investigaciones realizadas por las autoridades en Francia y el Reino Unido llegaron a una conclusión unánime: no hubo conspiración, fue un accidente y Henri Paul, el chofer del Mercedes en el que viajaban, conducía ebrio.
Pero estas pesquisas no lograron acallar los rumores, que persisten 25 años después. ¿Qué determinaron exactamente?
Días después del accidente, la fiscalía de París concluyó que Henri Paul tenía un nivel de alcohol en la sangre por encima del límite legal y lo responsabilizó por el accidente. Además, el informe estableció la alta velocidad a la que viajaba el auto y que Paul no era un conductor profesional, sino el subdirector de seguridad del hotel Ritz donde la princesa y Dodi cenaron poco antes de su muerte.
Pero las acusaciones de al Fayed eran persistentes y la Policía Metropolitana inició una investigación de dos años que entregó en 2006. Su conclusión era la misma a la que había llegado la policía francesa siete años antes: no hay evidencia de que el accidente fuera parte de una conspiración para asesinar a la pareja y Diana no estaba embarazada. Los abogados de Mohammed al Fayed rechazaron nuevamente los resultados.
En 2008, un jurado determinó a partir de la investigación del forense británico Lord Justice Scott Baker que Diana y Dodi murieron debido al estado de embriaguez del conductor Henri Paul y por la persecución de los paparazzi.
A diferencia de las conclusiones a las que había llegado la policía francesa, la justicia británica sí consideró que los fotógrafos que perseguían el auto fueron un factor que llevó al accidente. También determinó que la velocidad y el hecho de que Diana y Dodi no llevaban puesto el cinturón de seguridad también fueron definitorios.
“Ha habido una serie de acusaciones que han sido desafortunadas”, dijo Lord Stevens, quien investigó el accidente para la Policía Metropolitana, tras conocerse los resultados del británico forense. «Solo espero que esto pueda cerrar lo que ha sido un evento traumático para muchas personas».
Lady Di tenía una capacidad única para que la gente común y corriente se sintiera identificada con ella y su muerte tuvo un impacto muy fuerte entre la sociedad británica. «Ella era la princesa del pueblo y seguirá siéndolo, permanecerá para siempre en nuestros corazones y en el recuerdo», dijo Tony Blair, quien era el primer ministro de Reino Unido entonces.
Miles de británicos depositaron ramos de flores y velas frente al Palacio de Kensington en Londres, donde había sido la residencia oficial de la princesa. El príncipe Carlos de Gales, heredero de la corona, viajó hasta París para recoger sus restos mientras en el Reino Unido se debatían los protocolos a seguir pues Diana ya no era estrictamente una miembro de la familia real (la reina Isabel II le revocó el título tras su divorcio un año antes).
El sábado 6 de septiembre de 1997 el país entero recordaba la vida de Lady Di, quien había sido un ícono de la segunda mitad del siglo XX, en su funeral celebrado en la Abadía de Westminser. El servicio fue visto por más de 2.000 millones de personas en la televisión.
La pena se convirtió en enojo y ese enojo se volcó en la familia real, especialmente en el príncipe Carlos. La vida de Diana Spencer, quien era popularmente conocida como Lady Di, había estado marcada por la polémica desde que se casó con el príncipe de Gales: las infidelidades, su problema con la bulimia, su rebeldía ante la realeza y un cúmulo de rumores eran ampliamente divulgados por la prensa, parte de los cuales ella misma contó finalmente en una polémica entrevista con la BBC.
Acechada por la prensa
El hermano de Lady Di fue el primero de la familia Spencer que hizo comentarios a la televisión tras su muerte: «No es momento para acusaciones sino para llorar su pérdida, sin embargo, he de decir que siempre creí que la prensa la acabaría matando. Creo que todos los editores y todas las revistas que han pagado a gente egoísta y sin escrúpulos para que le hicieran fotos y se entrometieran en su vida privada y que los han animado para conseguir imágenes de Diana, tienen las manos manchadas de sangre», dijo Charles Spencer, según declaraciones recogidas en el documental «Diana, la muerte que conmocionó al mundo».
Las palabras de Charles fueron contundentes y de alguna manera dejaron ver el lado oscuro de los paparazzi, que persiguieron constantemente a Lady Di quien tuvo una compleja relación con la prensa, sobre todo los últimos años de su vida.
Los que resintieron aún más las consecuencias fueron sus hijos, William y Harry, quienes aún llevan una carga emocional muy grande luego de perder a su madre mientras era acechada por la prensa.
Veinticinco años después de su muerte, un informe determinó que un periodista de la cadena pública BBC utilizó métodos engañosos para conseguir una entrevista exclusiva con su madre. Cuando se dio a conocer el reporte redactado por el juez jubilado Lord Dyson, quien investigó las circunstancias en que el periodista Martin Bashir obtuvo y realizó la entrevista con la princesa, William y Harry hablaron sobre el impacto que la prensa tuvo en ella.
“Genera una tristeza indescriptible saber que las faltas de la BBC contribuyeron significativamente al miedo, la paranoia y el aislamiento que recuerdo de esos últimos años con ella”, dijo William, duque de Cambridge.
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Harry, más que su hermano, ha mantenido una crítica muy severa contra los medios de comunicación asegurando que la persecución a su madre contribuyó con su muerte. “El efecto dominó de una cultura de explotación y prácticas poco éticas finalmente le quitó la vida”, aseguró el duque de Sussex.
Para Max Foster, corresponsal de CNN sobre temas de la realeza, Diana sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando se acercó a Bashir y no se arrepintió.
“Ella había lidiado con la prensa durante años. Al igual que sus hijos y sus parejas hoy, Diana vivió durante años bajo la ‘intolerable’ presión de los medios de comunicación, pero había comenzado a readaptarla en su beneficio, para promover causas humanitarias que quería defender. Independientemente de la forma engañosa en que Bashir consiguió el encuentro, fue la sincera honestidad de Diana y su voluntad de decir la verdad al poder lo que la movió a hacerse querer por el público” explica Foster.
Bashir admitió estar “profundamente arrepentido” con los hijos de Diana, los duques de Cambridge y Sussex, pero no aceptó las acusaciones de que él haya alimentado el aislamiento y la paranoia de la princesa.
Redacción: CNN