
El Gobierno de Chile presentó una reforma tributaria con la que busca una recaudación mayor, pero también más equitativa, en uno de los país de la OCDE con mayor desigualdad y en el que más del 50% de los hogares son económicamente vulnerables.
La desintegración del sistema impositivo en las grandes empresas y la imposición de un nuevo tributo al patrimonio financiero e inmobiliario son las medidas estrella de la reforma, que también ofrece nuevas herramientas para tratar de frenar la evasión fiscal. El objetivo final del Gobierno de Chile es recaudar cerca de 12,000 millones de dólares más, y llegar con ello al 4.1% del PBI, para financiar una ambiciosa agenda de derechos sociales.
VER TAMBIÉN: LA NUEVA ACTUALIZACIÓN DE ALEXA QUE PERMITIRÁ ESCUCHAR LA VOZ DE PERSONAS FALLECIDAS
El cambio al impuesto sobre la renta es uno de los principales ejes de la reforma, que modifica los tramos medios y altos del gravamen a la renta personal, aplicando aumentos progresivos con tasas ascendentes a medida que sube el ingreso.
Tributo
La principal reforma afecta al 3% de la población de mayores ingresos, que deberá pagar de forma equitativa y según los tramos establecidos. Las subidas comienzan a partir de los 5,035 dólares mensuales de renta, lo que según los economistas exime de cambios al 75% de los chilenos.
También se creará un nuevo impuesto a la riqueza: un gravamen de 1% para los valores que oscilan entre 5 millones y 15 millones de dólares de patrimonio y un 2% por encima de este umbral.